El KIN-BALL es muchas cosas. Es espíritu deportivo, saber ganar y saber perder. Es integración y es cooperación entre todos. Es respeto entre los oponentes y los compañeros, y trabajo en equipo. Es, también hay que decirlo, una pequeña familia dentro y fuera del campo. Es aceptar que las decisiones del árbitro son las que son, nos beneficien o no nos perjudiquen. El KIN-BALL es un deporte en el que todos quieren ganar, pero no todos parecen saber ganar. No todo vale y hay que recordar qué es el KIN-BALL.
Cuando uno escucha hablar por primera vez del KIN-BALL escucha una cantidad de reglas peculiares, pero siempre te quedas con la idea de que es un deporte con un espíritu diferente. Está basado en el trabajo en equipo, la cooperación, la integración, la coeducación y el espíritu deportivo. Hay muy buen rollo, o debería. Son unos pilares que lo hacen especial. Pero si uno de ellos cae, o lo tiran, el KIN-BALL cae.
Recientemente en España hemos vuelto a vivir situaciones preocupantes. Una polémica surgida relacionada con uno de los socios de este Club ha vuelto a demostrar que los valores del KIN-BALL deben ser inquebrantables si queremos que este deporte siga creciendo, y que no debemos dejarlos de lado. Si entre nosotros mismos no somos capaces de conseguir que estos valores estén presentes en cada actividad, entrenamiento, partido y cada convivencia mala cosecha tendremos en el futuro. Y si renunciamos a defenderlos cuando vemos que son atacados, flaco favor estaremos haciendo.
El Club Deportivo B105 siempre ha tratado de mantener una visión del KIN-BALL como un deporte con un espíritu especial y diferente. Un deporte para todos, donde nadie es más que nadie y donde el todos formamos parte de una gran familia. Para nosotros el KIN-BALL es la gente: los jugadores, árbitros, entrenadores y aficionados. Pero es también el futuro que nos tomará el relevo. Pero para que ese futuro sea presente tenemos que mantener esos valores. Sin ellos el KIN-BALL será un deporte más. No uno especial.
El KIN-BALL es el deporte de la pelota gigante y los tres equipos simultáneos. Pero más que eso es el deporte del trabajo en equipo, la cooperación, la integración, la coeducación y el espíritu deportivo. Eso es lo que de verdad es el KIN-BALL.