En el primer sábado de diciembre no nos quedamos sin poder disfrutar de un entrenamiento de KIN-BALL. Madrugamos un poquito más de lo habitual para reunirnos 9 socios y abonados junior con ganas de seguir mejorando mientras pasamos un buen rato sudando con nuestra pelota gigante. Además, seguimos viendo que la gente joven tiene ganas de jugar al KIN-BALL en Madrid. Que no se nos olvide darles las gracias tanto a Grimpi como a Serrano, nuestros hermanos en el norte.