Hoy os queremos traer un testimonio Kin-Ball que nos llegó hace unas semanas desde la República Checa y que habla sobre las raíces del Kin-Ball. Lo hemos traducido y queremos compartirlo con todos vosotros porque estamos totalmente de acuerdo con el espíritu que defienden. Además consideramos que este testimonio puede fomentar y renovar las energías para luchar por la difusión de este maravilloso deporte, el Kin-Ball Sport.
Las raíces del Kin-Ball
Presidente de la Federación de Kin-Ball de la República Checa.
Hradrec Králové. 19 de Noviembre de 2011
Queridos amigos del Kin-Ball, ha pasado exactamente un año desde que conocí el Kin-Ball. Fue en Francia, justo antes del inicio del Campeonato de Europa. Yo no tuve tiempo para ir ver los partidos, sin embargo, reorganicé mi calendario para poder ir a Francia a ver el Kin-Ball de alto nivel con motivo del Campeonato del Mundo en Francia.
A pesar de llevar trabajando en la industria del deporte durante 12 años, para mí nunca ha habido un deporte más atractivo, completo, integrador y cooperativo que el Kin-ball.
En diciembre de 2010, junto con mis amigos, fundamos la Federación de Kin-Ball de la República Checa y lanzamos un programa llamado «Escuelas piloto de Kin-Ball». Viajamos por todo el país haciendo presentaciones Kin-Ball en las escuelas. Empezamos en marzo de 2011 y actualmente hay inscritas más de 130 escuelas.
En total hay cerca de 10.000 personas que juegan al Kin-Ball con regularidad, mientras que en marzo no había prácticamente nadie en la República Checa a jugando a este deporte. Además el número de escuelas que entran en el programa sigue creciendo cada día. Los estudiantes están siempre encantados con el juego y cuando eso ocurre, si una escuela se niega a comprar la pelota, los estudiantes organizan colectas para recaudar el dinero necesario.
¿Cuál es el motivo por el cual el Kin-Ball tiene este fuerte atractivo para los jóvenes? Hay una razón. El Kin-Ball es diferente al resto de deportes colectivos.
Aquí en la República Checa utilizamos el lema, «El primer deporte colectivo del siglo 21»
Las diferencias, o más bien las ventajas de este deporte son:
El juego está abierto y es accesible a cualquier persona. Puedes ser bajo o alto, niño o niña, puedes tener un gran talento atlético o puede que no, puedes estar sentado en una silla de ruedas, y todavía puedes jugar al mismo Kin-Ball, sin ningún cambio en las reglas.
Nadie puede ser estratégicamente descartado por sus compañeros de equipo (como puede ocurrir en el voleibol, floorball, fútbol, etc, en los cuales podría ser fácil no permitirte el contacto con la pelota). Y, lo que puede ser aún más importante, este juego no implica contacto físico, por lo que no es agresivo.
La sociedad actual necesita con urgencia de este deporte. El pobre estado de salud de nuestros jóvenes, siempre sentados frente al ordenador, sin disposición a moverse, no sólo es una amenaza económica (¿Durante cuanto tiempo vamos a ser capaces de mantener este sistema de salud?), sino que es un problema de valores .
Cuando visito los colegios y hablo con los profesores de educación física suelo escuchar sus quejas por el mal estado de la salud de los jóvenes en su colegio. Como directivo de una empresa de deporte también suelo hablar a menudo con los presidentes de las federaciones deportivas, jugadores, entrenadores y directivos de diferentes deportes. Hace poco, un directivo de nuestro equipo nacional junior de balonmano me dijo, que a día de hoy para convertirse en un jugador de éxito de balonmano, debes medir por lo menos 190 cm de altura y que debes pesar unos 100 kilos. Y esta tendencia es evidente en los deportes más colectivos. ¿Cuántos tipos de personas pueden practicar el balonmano, el baloncesto o el hockey sobre hielo? ¿Cuál es el porcentaje de personas dispuestas y capaces de jugar a estos deportes tan altamente especializados? Se necesitan ambas, una constitución física y psicológica especial, porque en la mayoría de los deportes debes virtualmente luchar contra tu adversario.
Si ves el deporte como una sustitución de la guerra, entonces esto tiene sentido. Sin embargo, si lo que ves es el deporte como un cultivo del cuerpo y la mente, entonces no puedes aceptar la mayoría de los deportes colectivos actuales.
Hoy en día veo el Kin-Ball como la única oportunidad para la práctica de deporte para gran parte de la población. Una oportunidad para las personas a las que no gustan de los deportes colectivos actuales, una oportunidad para que mujeres y hombres jueguen juntos, una oportunidad para que los padres jueguen con sus hijos. Eso también significa una oportunidad para una gran parte de la población, que ahora mismo se queda fuera de la práctica de deportes colectivos.
Debemos que eliminar la separación y organizar torneos con equipos mixtos de chicos y chicas jugando juntos y llevar este juego a las personas con discapacidad para integrarlos en la educación física escolar estándar.
Entiendo que como es un deporte joven, queremos jugar tan pronto como sea posible en los Campeonatos Europeos y Copas del Mundo y que queremos llegar a ser uno de los deportes olímpicos. Eso es natural e importante, sin embargo, lo que es más importante en este momento es la difusión del Kin-Ball a más y más personas.
[continúa con la 2ª parte]