Pasados los días, pasado el cansancio, y asentadas las sensaciones, queremos hablar un poco de nuestra experiencia en el segundo torneo del KIN-BALL® español del año. El Juan Contreras de Quintanar es siempre la primera cita COKE del calendario, donde los kinballeros llegados de todo el país nos reunimos y competimos oficialmente por primera vez. Siempre es uno de los torneos con más gente apuntada y por algo será. En Quintanar, como siempre, a uno le reciben perfectamente. Es un torneo tan consolidado que parece ir sólo, y no hay problemas. Uno respira buen ambiente.
El Club B105 iba a estar presente en Quintanar con dos de sus equipos: Cherokees y Comanches. Finalmente los Cherokees no pudieron acudir en gran medida por la lesión de David, al que esperamos ver muy pronto sujetando la bola gigante. Finalmente dos de sus jugadores acabaron en otros equipos para poder jugar. Iván jugó con los Lizards, terceros del campeonato, y Luismi con los Toskos con Empake, un equipo formado por socios del B105, exsocios y jugadores de KBCan que ofrecieron grandes momentos. Los Comanches, por su parte, tuvieron refuerzos locales veteranos (Armentario, Isidro y David) y noveles (Alejandra y Mariangeles), y del joven Adrián. En definitiva, el B105 estuvo bien representado en Quintanar, con Paco además arbitrando a full.
El torneo en general nos pareció que sigue mostrando que en España hay enormes jugadores y jugadoras de KIN-BALL®, y que hay mucha gente que quiere divertirse jugando y difundiendo el KIN-BALL®. Nuevos equipos y nuevos jugadores son siempre una buena noticia. Y las mejoras técnicas y los regresos tras lesiones de los veteranos también son dignas de reseñar. Durante todo el momento se vieron grandes puntos, enormes defensas e interesantes tácticas.
Sin embargo, también vimos situaciones que no nos gustan. Vimos tres actitudes concretas que no nos gustaron nada y que no queremos volver a ver en el 20×20. Tres momentos que en diferentes niveles atacan gravemente al KIN-BALL® y a los valores que este deporte quiere transmitir. Porque este es un deporte, no nos cansaremos de decirlo, que quiere ir más allá y ofrecer una nueva forma de ver la actividad deportiva. Si la Deportividad, uno de los puntos diferenciadores más importantes del KIN-BALL®, nos empieza a importar poco, el futuro kinballero en España se augura negro. Estamos, eso sí, siempre a tiempo de rectificar el rumbo, no desaprovechemos la oportunidad.
Pero no cerremos este post hablando de lo malo. Hablamos de los momentos de risas dentro y fuera del campo, por la mañana y de madrugada. Hablemos de las caras de felicidad al conseguir meter un puntazo o defender una bola. Quedémonos con esas caras de joe, qué bueno es este tío. Las mejoras, los proyectos, los regresos, la diversión. Eso nos importa más.